Sin caer en la nostalgia repasaron toda su discografía adaptando las canciones al sonido actual, ofrecieron un excelente show
Si 20 años no es nada. 30 años tampoco. El festejo de cumpleaños de NTVG en San Rafael Mendoza. Se resume en un contundente show con una puesta en escena simple, apenas una pantalla de fondo, un muy buen juego de luces.
Con apenas 10 minutos de retraso, se apagaron las luces la proyección de un video mostrando diferentes etapas de la banda, fue el pie para que pisaran el escenario ante un público que no paró un segundo de cantar, saltar durante todo el show.
El desafío de dar un concierto en una noche especial de celebración, metiendo mano a una discografía compuesta por once discos a lo largo de 30 años no es para nada fácil.
Desafío que superaron con creces, evitando caer en la tentación de hacer un grandes éxitos en vivo. Planteando un Set List plagado de sorpresas, rescatando canciones que muy rara vez suenan en vivo, con muy buenos arreglos adaptados al sonido actual.
Dejame Bailar - Nada para ver .fue el comienzo de un show largo. No hace falta aclarar ya todo el mundo lo sabe, Emiliano le gusta quedarse en el escenario mucho tiempo y para eso cuenta con la complicidad de Martín Gil (trompeta), Denis Ramos (trombón), Mauricio Ortiz (saxo), Diego Bartaburu (batería), Pablo Coniberti (guitarra), Guzmán Silveira (bajo) y Francisco Nasser (teclados) A las nueve - Cero a la izquierda, fueron los dos primeros hits seguido de una muy buena versión de Me cuesta creer
De muy buen humor a modo de saludo de bienvenida aclarando que no se acordaba de los nombres de los discos, son nombres muy largos. dieron paso a un bloque de canciones rescatadas entre ellas volvieron Mas mejor - Comodín - El camino.
El set acústico dio inicio con Memorias del olvido el momento más relajado del show que finalizo Los Villanos , viene muy bien para recobrar fuerza para el tramo final contundente. Pensar - Prendido fuego - Al vacío puso a todo el mundo saltar cantar de nuevo la última media hora al palo sin respiro. Fuera de control fue cierre
Volviendo al escenario, entrando en terrenos de bises EMI preguntó ¿Cuál quieren escuchar?. La catarata de pedidos fue inmediata , generando un ida y vuelta, bastante distendido por varios minutos, en donde fueron tocando pedacitos de canciones para complacer todos los pedidos.
Nada dura para siempre, todo tiene su final. No era cierto fue la despedida de un show simple, sin tanta pirotecnia visual en donde las canciones son protagonista estando por encima de todo.
Toda una rareza para estos tiempos mediáticos, en donde el circo musical, el show business están más preocupados por sumar seguidores en las redes sociales, meter ochocientos bailarines, pantallas gigantes, efectos de humo, antes que sonar bien y entregar un buen repertorio.