Es cierto que una cuarta parte puede sonar a mucho, y podría entrar en la debacle de la mayoría de las franquicias como le sucedió a las sagas, La era del Hielo y Shrek terminaron cansando al público.
Afortunadamente en esta cuarta entrega de kung fu Panda no ocurrió. Estamos ante una muy buena película de animación.
El director Mike Mitchell opto por patear el tablero no seguir la continuidad de la historia, cambiar de rumbo.
La nueva aventura del Guerrero Dragón, es un reinicio en sí mismo con la incorporación de nuevos personajes, le dan una aire fresco a la historia, todos encajan muy bien tienen su momento dentro de la cinta.
El equilibrio entre comedia y acción es perfecto está muy bien repartido. Los gags funcionan todos y las peleas siguen manteniendo la espectacularidad y la tensión de las anteriores.
En la tercera parte Po encontró las respuestas de su origen y el porqué de su existencia. Ahora le llegó el momento, de transformarse en líder espiritual del Valle de la paz, ocupar el lugar del maestro Shifu y buscar un sucesor, un nuevo Guerrero Dragón y entrenarlo
Tareas que debe realizar solo sin la ayuda de Los cincos furiosos que brillan por su ausencia , y esta bien que suceda estamos hablando de un reinicio las cosas cambian.
Dentro del abanico de los nuevos personajes, aparece una muy buena villana. La Camaleona, una hechicera que puede convertirse en quien quiera, se transforma en la mayor amenaza que debe enfrentar el Panda.
Una hora y media a pura comedia de acción que no aburre, todo lo contrario entretiene a todos por igual tanto grandes y chicos, dejando la puerta abierta a pesar de de que no hay escenas post crédito, esta la sensación que tenemos Kung Fu panda para rato .