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Capitán América: un nuevo mundo : Regreso a las fuentes

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Capitán América: un nuevo mundo (Captain America: Brave New World, Estados Unidos/2025). Dirección: Julius Onah. Guión: Rob Edwards, Malcolm Spellman, Dalan Musson, Julius Onah y Peter Glanz. Fotografía: Kramer Morgenthau. Música: Laura Karpman. Edición: Madeleine Gavin y Matthew Schmidt. Elenco: Anthony Mackie, Harrison Ford, Danny Ramirez, Shira Hass, Carl Lumbly, Tim Blake Nelson, Giancarlo Esposito. Distribuidora: Buena Vista. Duración: 118 minutos. Calificación: solo apta para mayores de 13 años.

Luego del resultado desastroso en taquilla y crítica de las dos fases anteriores, Marvel intenta recuperar el rumbo. Captain America: Brave New World llega con la promesa de volver a lo clásico, dejando de lado el enredo de los multiversos y apostando por una estructura más tradicional. Pero la gran pregunta es: ¿alcanza con esto para que la gente vuelva al cine?

Antes de verla, es recomendable repasar The Incredible Hulk (2008), Eternals (2021) y la serie Falcon y el Soldado del Invierno. Para los nerds que siguen el MCU, esto es una obviedad, pero para el resto del público puede ser clave para entender algunas cosas.

La película sigue a Sam Wilson (Anthony Mackie), ya afianzado como el nuevo Capitán América. Se lo nota cómodo con el escudo y logra transmitir bien el peso de la responsabilidad. El conflicto principal arranca cuando se reúne con el presidente de los Estados Unidos, Thaddeus Ross (Harrison Ford), para obtener un material descubierto en  minerales surgidos de la masa celestial que existe en el Océano Indico. Ford cumple, pero no hace más que repetir sus viejos tics actorales.

Julius Onah, desde la silla de director, hace lo que puede con un guion lavado y superficial, que evita cualquier polémica y se cuida demasiado de no incomodar a nadie. Todo está tan medido y sin personalidad que, por momentos, parece más una secuela tardía de The Incredible Hulk que una evolución lógica del MCU.

Marvel quiere volver a lo simple: estructura clásica de tres actos, presentación, nudo y desenlace, con su escena postcréditos de rigor. No es mala idea, pero el problema es que el cine cambió. Hoy se necesita más que una fórmula probada para atraer gente a la sala en lugar de esperar cómodamente el estreno en streaming.

No es el desastre que muchos temían, pero tampoco una genialidad. Captain America: Brave New World es una película correcta que juega sobre seguro, sin tomar riesgos ni sorprender demasiado. Puede funcionar para los nostálgicos del MCU más clásico, pero difícilmente sea el golpe de efecto que Marvel necesita para recuperar su brillo en la pantalla grande.





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